lunes, 6 de junio de 2011

NARRATIVA

         Actualmente se le está dando validez y relevancia a la narrrativa en la enseñanza y aprendizaje de la Historia porque al hacer uso de ésta posibilita a la explicación histórica ser entendida con claridad en los hechos, acontecimientos, causas y desiciones entre otros muchas características acercando  y desarrollando en el alumno de forma natural un sentido de hacer inteligible el mundo que lo rodea entre su pasado y su presente.
         La historia en aras de perseguir solo las operaciones de causalidad, había rechazado otras formas del conocimiento humano tan válidas como el razonamiento lógico-deductivo y como la operación interpretativa que la narrativa establece.
        Por ello, se plantea que narrar la historia a los alumnos -contrario a lo que se piensan algunos historiadores y maestros- logra suscitar en ellos mucha más interés y disposición al conocimiento, que hacerlo mediante una historia académica plagada de conceptos y hechos fácticos, ya que la narración ofrece una trama que tiene personajes -agentes humanos- que despliegan acciones en un momento y espacio determinado. Sobre todo una narración que el alumno tiene la posibilidad de reconstruir -así como lo hace el historiador- a partir de la comprensión de las acciones que despliegan esos agentes. El hecho que el alumno puede reconsruir esa narración implica que se ha familiarizado con los elementos que la conforman.
     

           ¿CÓMO EDUCA LA NARRATIVA?

  Si el docente decide abordar a la historia desde otra perspectiva la cual motive a razonar a sus alumnos para desarrollar  un juicio crítico y reflexivo a la información, entonces la narrativa un nuevo horizonte
para el logro de objetivos educativos que influyan posotivamente en la maduración de habilidades cognitivas y del equipamiento de herramientas culturales o el andamije cultural, como lo señala Vogotsky para la comprensión de la realidad social.
   Desde el momemto que se entiende con claridad el pasado y se puede narrar, como dice Bruner, al imponer una coherencia al pasado lo convertimos en historia. Por lo tanto, la narrativa es una estrategia educativa para que el alumno razone y relacione secuencias lógicas frente a los problemas que presenta la cotidianidad social, a través del discurso coherente que dé cuenta de la multiplicidad de sus propias construcciones.
     Su función aspira a llegar más allá del conocimiento superficial o anécdotico que contienen los libros de texto, y de la estructura curricular transversal que actualmente presentan favoreciendo la comprensión al configurar la realidad.

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